Los hombres vestían un faldellín
que llegaba hasta la rodilla.
Los trabajadores iban desnudos
o llevaban un ligero paño de lino, tipo "slip".
En el Imperio Medio se generalizó el uso de una falda más larga sobre la corta mientras que en el Nuevo aparecen los pliegues. El torso se cubría con una especie de túnica con aperturas en los laterales y en la parte superior para sacar los brazos y la cabeza, existiendo algunas con mangas.
Las mujeres portaban un ajustado vestido
desde el pecho hasta el tobillo,
aunque también
aparecen muestras de vestidos amplios y con mangas.
En el Imperio Nuevo se mantuvo el vestido ajustado, pero más bien como
ropa interior,
cubriéndolo con una plisada túnica que se adornaba con una cenefa.